
ME DI CUENTA DE QUE ESTÁBAMOS DE NUEVO EN SEPTIEMBRE
Cuando me decías
no es un poco injusto que
caminar en la lluvia no
te convierta en lluvia pero que
al arrojarte al fuego
te conviertas en fuego? No hay equivalencia
entre los elementos, y me acordé de cuando
éramos niños jugando al jan ken pon
donde el reino mineral era soberano
aunque el papel sea más útil en
tu vida hoy
quién necesita una piedra
cuando tiene al comisario de abordo
tratando de hacerme reír
aprendiendo la pronunciación correcta
de piedra-papel-tijera
yo decía ján kén pón
y él decía jaw ken po
y yo decía JÁN KÉN PÓN
y él decía JAH KEE POW
hasta que dejé de llorar
entonces me di cuenta de que estábamos de nuevo en septiembre
y que en castellano
uno se convierte en el juego – como con las llamas
mientras que nuestro juego
era como la lluvia
ahí afuera, empapando las ventanas del avión.
(tradução – Aníbal Cristobo)
Los relámpagos nacen
en el mismo sitio que el arcoíris
El dolor
y el alivio del dolor
vienen del mismo lugar
(tradução Anibal Cristobo)
–
Os relâmpagos nascem
no mesmo lugar
que os arcos iris
a dor
e o alívio da dor
vêm do mesmo lugar
–
Blitze entstehen
am gleichen Ort
wie Regenbögen
Schmerz
und Linderung
kommen vom gleichen Ort
(tradução Rafael Mantovani)
MARCELA
mi pueblo es un desierto y yo
soy una mujer atrapada dentro de él.
el camino por delante se inclina hacia
el lado y me inclino hacia mi
[Cierro los ojos frente al espejo y repito que va a quedar todo bien
va a quedar todo bien
va a quedar todo bien]
una mujer indulgente
no pidas nada a cambio
y solo pido una cosa:
ayúdame a soportar el peso de
mi voz y no olvides eso
las cosas existen incluso después
de que están muertas
MI COMPAÑERO O “ALGUNOS TIPOS DE HOMBRES QUE SE DEBEN EVITAR”
Mi compañero se llama José Lasagna.
Tiene voz fina y tatuajes de marinero
aunque nunca haya visto el mar.
Batalla para sostener nuestra casa de palafito
y los ocho hijos que jamás tendremos.
Mi abuelita dice que el problema son sus dientes chuecos.
*
Mi compañero tiene un cuerpo sano
de pescar peces con las manos en Barra da Lagoa
Habla con acento azoreano y cuando sonríe
pierde la compostura que casi le pertenece.
Usa bermudas de mezclilla rasgada y tiene pie de atleta.
Cree en Jesucristo y nombró su barquito como María-
Magdalena.
*
Mi compañero es aviador y ni por eso
usa lentes Ray-Ban de Paraguay.
Escucha música sertaneja y sueña abrir una
microempresa de comida para perros en Nicaragua.
Cuando viaja me trae perfumes del Duty Free
para disfrazar los perfumes de otras
muchachas que colecciona por el mundo.
No me importa, el único problema es que se le olvida
que soy alérgica a los aromas cítricos.
*
Mi compañero tiene olor a pan fresco
aunque trabaje en una llantera.
Usa tenis Rebook estilo vintage,
pero le gustaría tener un cohete para llegar a la luna.
Cuando estoy triste me dice que es la menstruación.
Dice eso cerca de ocho veces al mes.
Cría tres perros con nombres de estados norteamericanos:
Maine, Carolina y Filadelfia.
Recojo las heces en el patio de cemento.
Mi abuelita me pide que entienda, por caridad.
Ve bien, es casi cariño, pero caridad.
*
Mi compañero mira películas dobladas
y dice que la lengua inglesa es cosa de burgués.
Escondo mis libritos de sonetos
como si estuviéramos en la dictadura.
Él está intentando tener un huerto casero
y una bicicleta eléctrica para ayudar al medio ambiente.
A veces finge que no nota cuando lloro,
pero la mayoría de las veces no nota realmente.
Firma la Carta Capital
y pintó nuestra residencia de rojo-Gabriela.
Mi nombre es Camila, pero abuelita dice que es parecido.
*
Mi compañero duerme todo el día, pues es poeta.
Soñaba con ser músico, pero la guitarra tiene muchas cuerdas
y se enroscaron en sus deseos.
Pide que le sirva el desayuno a las seis de la tarde
y el lunch puntualmente a las once horas,
cuando se prepara para el sambinha en la Lapa.
Me dice que aguante firme en mi chamba
de masturbadora de patos esquizofrénicos
en el zoológico municipal
que en cuanto se vuelva conocido
compra mi libertad.
Mi abuelita me interroga: ¿qué son tres años más
para quien ya esperó veintisiete?
(tradução Sergio Ernesto Rios)
LA TOMÓ DE LA MANO HASTA EL CASTILLO, LOS DEMÁS LA SIGUIERON
Cuando yo era niña
mis amigas querían
ser bailarinas clásicas
con leotardo rosa y moño
tirando del cabello.
Dije que quería ser
algo como eso
pero con menos elegancia
y con mas estusiasmo
(las bailarinas deben ser tristes)
Hoy quiero ser Pina Bausch
También quiero rotar rotar rotar
y morir de cáncer de pulmón.
Camila Assad (Presidente Prudente, Brasil, 1988). Es arquitecta y urbanista de formación, poeta y traductora. Es autora de Cumolonimbus (Quintal Edições), eu não consigo parar de morrer (Editora Urutau) y Desterro (Edições Macondo), libro ganador del premio ProaC/SP en la categoría creación literaria-poesía. Actualmente vive en São Paulo.