
DAGUERROTIPO
El pensamiento es una obstinada
brújula que empuja hacia la eternidad.
Duele la voz por el júbilo de darle olor a la
palabra
pasa el hombre irreverente con su verbo
por los tiempos de los tiempos
transpira su ansiedad en los misterios que su
imaginación le insufla
y vuelve sobre sus húmedos vestigios
sobre la sangre que todavía late
entre sus huesos dolorosos
Levanta su garganta ebria de furias
y desgarramientos
se encabritan todos sus sentidos
una vieja sílaba se convulsiona
como un pez sobre
la cresta de una ola de obsidiana
el viaje inevitable transita por la
cosmogonía
con hambre de saber se devora
el tono pensativo del
creador
agoniza la frase y brota otra y otra.
Un viejo jazz
despierta entre las hojas de un libro
el recuerdo espera tranquilo su tributo
de muerte
entre ayes metálicos
los ojos exiliados hurgan en el
maldito discurrir
semántico.
Dónde está la iluminación de la palabra?
dónde está la revolución de esta edad
que no puede
aceptar pasivamente las cosas?
dónde está el cataclismo de la memoria
que debe
conmovernos?
La palabra se eleva saca sus dientes
con ira
se subleva
y brota la poesía con sus ángeles
y demonios
a cuestas.
SINFONÍA TERRÍCOLA
El haz voluptuoso de tu alegría
es la lumbre
de un comienzo entreabriéndose
en medio de la penumbra astral
es la vendimia de una nueva fantasía en celo
para el gozo de las resurrecciones,
En el imán de tu mirada mujer
de Andrómeda
se encuentra todo el universo
la atmósfera de otro cielo infinito que guarda
otro planeta tierra
otros árboles vivos que tiemblan con la vida
otros ríos de plata besando su corteza.
Después del rostro de los años hay otros
rostros que nos miran desde el poblado
espacio
el Big-Bang conoce nuestro frágil instinto
los mares esconden abecedarios ignorados
islas remotas
montañas subterráneas algas fosforescentes.
Sólo el hombre es feroz. Sólo el hombre.
Acurrucado en su odio su horror muerde
el ansia de su muerte. Cada gesto de amor
en la naturaleza
es una cópula que se brinda para construir
otro suelo
un ostracismo menos
uno debe volver al vientre de su incendio
al rastro de utopía que se perdió
en otro éxtasis
el abedul presagia la visión de lo eterno
que hay que recorrer todavía
el mar vence los límites terráqueos
lanza diluvios bosques lácteos gaviotas
transparentes
la tierra madre eterna siempre nos espera
con sus dulces grietas abiertas
para vencer nuestra porfiada derrota.
ELEGÍA PARA LA TIERRA PROFUNDA
Caes en mí como una intempestiva clave
del renacer
del arrecife y su clamor sonoro
de un lejano y desterrado continente de tierra
que algún itinerante disipado ha olvidado
cráter de estalagmitas
nieve jamás hollada
el paisaje ultimado a dentelladas se queda
en el ojo del ciego que se ha vuelto demente.
Hay que destruir este planeta
matar al mar
cazar a la ballena.
Pobre hombre terrícola. Tu desalmado
impulso
te empuja hacia la muerte.
Mi desnudez asume el cálido color del sol
y sus destellos permanentes.
Adorada mía, tierra profunda
constelación de papagayos astronautas
con la luna perenne de todas tus mareas
entierro la locura.
Tierra mía
hacedora de todas las cosas de la vida
alguien tiene que saludar la épica de tus
pedernales.
Déjame entonces que yo humano caracol
lleno de mar
te diga: bebo de ti la eternidad y existo.
EXTRANJERO DEL PARAÍSO
He visto con ojos desmesurados los restos
de tantas palabras
palabras llenas de neón que venden todo
inclusive la sensibilidad y el destino
uno queda reducido a ser un musgo en medio
de tanta cromática anárquica y relampagueante
como un esclavo queriendo descifrar el maleficio
que lo degolla.
El cuervo de Poe encandilando mi corazón
hunde su pico afilado
no hay una superficie y uno no sabe
qué víspera le cae sobre la vida
qué violento arrebato le rompe la ternura
el atavío
la urdimbre del cerebro.
Me siento como un demente cuerdo que quiere
salir a rajatabla
del orificio que me hunde
en un sombrío estigma
que quiere echar sus palabras en desuso
vomitarlas como heces de algún ladrido amargo.
El smog va poco a poco ennegreciendo el
pedazo de sueño que todavía me queda
dulce me afano por desnudar mi encrucijada
mi torpe anatomía astrológica pendiente de la
suerte
el calor de mi luz dentro de tanta luz de
oropel.
La vida se me enerva con todos sus
cuchillos
– la herida sólo transcurre –
digo: dónde está esa palabra presagio
cómplice de mis instintos
en qué cansada pesadilla la abandoné
para que nunca lea ni observe mi epitafio
para que ya no sienta el rumor caudaloso
de mi voz interior
desgastándose
desgarrándose entre las navajas lumínicas
de las malolientes y grises avenidas
de esos zócalos de muñones que se llaman ciudades.
Ahora, me detengo. Quiero estar seguro de
este nueva despedida pálida y soterrada
como un búho aterrado miro esas enredaderas
de colores
esos destellos rojos azules verdes amarillos
violetas
que brillan como afilados dientes intermitentes.
Todo es un laberinto
un bullir erizado de látigos que envuelve
el cuerpo de la marejada humana
con miles de tentáculos en el escalofrío
anónimo.
Sé que las palabras verdaderas tienen
distintos tiempos
variados alfabetos sílabas elocuentes
y nunca se extraviarán. Y sé que ningún cadáver
absurdo las lleva con su muerte anodina.
Esas palabras viven
sudan como su dueño
laten
se excitan
son vestigios eternos
son para siempre
profecías pendientes
videncias.
Rompo este garfio hosco que me ha tenido
atenazado
al zoológico de cristal
y escribo este memorial limpio
casi nostálgico
estúpidamente necrológico
seguro de que soy
aún después de este estremecimiento.
LA ODISEA
Busca la longitud del
firmamento
la imagen del espejo
abre la noche con tu barco a
velas
lanza tu catalejo a perseguir
planetas
si una estrella te guía
muérdele los pezones y seca
siempre la red para mañana.
Encontrarás la llave. Esa costa
Imposible que alimenta tu viaje.
Ese Ulises que te metiste
Adentro
Cuando inventaste el muelle.
Aguarda
no te vacíes sobre la liquidez
del mar
sigue el itinerario de los peces
el paso de los sueños
el trigo de tu pan. Descubrirás
la ciudad que deshiciste en tu
imaginación
la que ha tendido el límite
a tu brújula.
Cuando regreses
Junto a la chimenea
Ella estará tejiendo la esperanza.
ANGELUS
Lo contemplé pensando que debía mirarlo
con otros ojos
que era necesario volcar todo mi lenguaje
hacia sus alas
detenidas abruptamente en el tiempo
que había que darle imaginación con toda
la fuerza de mi mente
porque su vuelo era mi ser viajando
más allá de los anónimos profesores de la
poesía.
Lo contemplé con miedo sintiéndome
convicto de sus significados
escuché embriagado de paz
los sones innumerables de su canto
interior
ví el esqueleto de su ser lleno de
profecías.
Qué sitio, dije, hay para que pueda caber
aún con el llanto de sus detractores.
Dónde estará libre del asedio de esos
críticos
sin poesía en el alma
de esos demonios de la palabra.
Lo observé con ternura sobre el papel
me conmoví frente a su inminente palpitar
sentí su luminoso alimento
le di el soplo vital
y el poema desnudo se abrió como una flor
en el paraíso del idioma
y voló sin miedo acariciando la voz de
aquellos
que sin vacilación
quisieron leerlo también con otros ojos.
SIMON ZAVALA GUZMAN, GUAYAQUIL, ECUADOR
Poeta y Ensayista. Jurista. Ha publicado dos libros jurídicos y en coautoría el libro “Ïndice de la Narrativa Ecuatoriana”; así como ensayos literarios, políticos y jurídicos, en diarios y revistas ecuatorianas. Su obra literaria está constituida por veinte poemarios y es coautor de algunos libros con autores ecuatorianos y de América Latina. Consta en antologías importantes de Ecuador y en múltiples publicaciones antológicas de Europa, Asia, América Latina y Estados Unidos. Ha sido premiado nacional e internacionalmente. Algunos de sus poemas han sido musicalizados por los artistas chilenos Mario Baeza y Jorge Aravena y por el cantautor uruguayo Leonardo Figuera. Sus libros se han publicado en Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Uruguay y Estados Unidos. Casi toda su obra poética ha sido traducida al inglés y muchos de sus poemas al francés, alemán, italiano, portugués, hebreo, rumano, griego y árabe. Ha ofrecido recitales en ciudades de España, Rumanía, Marruecos, Israel, México, Cuba, Costa Rica, Puerto Rico, Nicaragua, Colombia, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, países en donde se han publicado sus poemas en Revistas, diarios y en antologías internacionales.
Es Licenciado en Ciencias Públicas y Sociales, Doctor en Jurisprudencia y Abogado. Estudios de Post-grado en Derecho Internacional y Diplomacia, en Cooperación Cultural Iberoamericana con énfasis en Gestión, Administración, Promoción y Divulgación Cultural. También en Administración de Empresas. Ha realizado estudios de especialización en varios campos del derecho y fundamentalmente en Propiedad Intelectual. Ha sido maestro universitario y, entre sus funciones ha desempeñado las de Presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Escritores, Secretario General del Consejo de Cultura de Ecuador, Magistrado de la Corte Constitucional y Asesor Ministerial en varias oportunidades, entre otras.