ANNABEL LEE DE E.A. POE POR MALLARMÉ | VERSIÓN EN ESPAÑOL DE MARIANO ROLANDO ANDRADE

ANNABEL LEE

Hace muchos muchos años, en un reino junto al mar, vivía una joven, que puedes conocer por su nombre de ANNABEL LEE. Y esta joven no vivía con otro pensamiento que el de amarme y ser amada por mí.

    Yo era un niño, y ella era una niña, en este reino junto al mar, pero nos amábamos con un amor que era más que amor yo y mi ANNABEL LEE; de un amor que los alados serafines de los cielos codiciaban de ella y de mí.

    Y ésa fue la razón por la que hace mucho tiempo, un viento sopló de una nube, helando a mi bella ANNABEL LEE, de modo tal que sus familiares de alta alcurnia vinieron y me la quitaron, para encerrarla en un sepulcro, en este reino junto al mar.

    Los ángeles, ni medianamente tan dichosos en los cielos, vinieron, envidiándonos, a ella y a mí. ¡Sí! Ésa fue la razón (como lo saben todos los hombres en este reino junto al mar) por la cual el viento abandonó la nube durante la noche, helando y matando a mi ANNABEL LEE.

      Porque la luna jamás brilla sin ofrecerme sueños de la bella ANNABEL LEE. Y las estrellas nunca se elevan sin que yo no sienta los brillantes ojos de la bella ANNABEL LEE. Y, de este modo, cada hora de la noche, reposo junto a mi querida, mi querida , mi vida y mi esposa, en ese sepulcro junto al mar, en esa tumba junto al estruendoso mar.

     Pero, en cuanto a nuestro amor, era un mundo entero más fuerte que el amor de aquellos mayores que nosotros de varios un mundo entero más más sabios que nosotros. Y ni los ángeles arriba en los cielos, ni los demonios abajo en el mar, jamás podrán desunir mi alma del alma de la bellísima ANNABEL LEE.

 


ANNABEL LEE (REINVENTADA POR STÉPHANE MALLARMÉ)

Il y a mainte et mainte année, dans un royaume près de la mer, vivait une jeune fille, que vous pouvez connaître par son nom d’ANNABEL LEE, et cette jeune fille ne vivait avec aucune autre pensée que d’aimer et d’être aimée de moi.

     J’étais un enfant, et elle était un enfant, dans ce royaume près de la mer ; mais nous nous aimions d’un amour qui était plus que l’amour moi et mon ANNABEL LEE ; d’un amour que les séraphins ailés des cieux convoitaient à elle et à moi.

     Et ce fut la raison qu’il y a longtemps un vent souffla d’un nuage, glaçant ma belle ANNABEL LEE ; de sorte que ses proches de haute lignée vinrent et me l’enlevèrent, pour l’enfermer dans un sépulcre, en ce royaume près de la mer.

     Les anges, pas à moitié si heureux aux cieux, vinrent, nous enviant, elle et moi. Oui ! ce fut la raison (comme tous les hommes le savent dans ce royaume près de la mer) pourquoi le vent sortit du nuage la nuit, glaçant et tuant mon ANNABEL LEE.

     Car la lune jamais ne rayonne sans m’apporter des songes de la belle ANNABEL LEE ; et les étoiles jamais ne se lèvent que je ne sente les brillants yeux de la belle ANNABEL LEE ; et ainsi, toute l’heure de la nuit, je repose à côté de ma chérie, de ma chérie, ma vie et mon épouse, dans ce sépulcre près de la mer, dans sa tombe près de la bruyante mer.

     Mais, pour notre amour, il était plus fort de tout un monde que l’amour de ceux plus âgés que nous; de plusieurs de tout un monde plus sages que nous, et ni les anges là-haut dans les cieux, ni les démons sous la mer, ne peuvent jamais disjoindre mon âme de l’âme de la très-belle ANNABEL LEE.

 


ANNABEL LEE (ORIGINAL DE EDGAR ALLAN POE)

It was many and many a year ago,
   In a kingdom by the sea,
That a maiden there lived whom you may know
   By the name of Annabel Lee;
And this maiden she lived with no other thought
   Than to love and be loved by me.
 
I was a child and she was a child,
   In this kingdom by the sea,
But we loved with a love that was more than love—
   I and my Annabel Lee—
With a love that the winged seraphs of Heaven
   Coveted her and me.
 
And this was the reason that, long ago,
   In this kingdom by the sea,
A wind blew out of a cloud, chilling
   My beautiful Annabel Lee;
So that her highborn kinsmen came
   And bore her away from me,
To shut her up in a sepulchre
   In this kingdom by the sea.
 
The angels, not half so happy in Heaven,
   Went envying her and me—
Yes!—that was the reason (as all men know,
   In this kingdom by the sea)
That the wind came out of the cloud by night,
   Chilling and killing my Annabel Lee.
 
But our love it was stronger by far than the love
   Of those who were older than we—
   Of many far wiser than we—
And neither the angels in Heaven above
   Nor the demons down under the sea
Can ever dissever my soul from the soul
   Of the beautiful Annabel Lee;
 
For the moon never beams, without bringing me dreams
   Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise, but I feel the bright eyes
   Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the night-tide, I lie down by the side
   Of my darling—my darling—my life and my bride,
   In her sepulchre there by the sea—
   In her tomb by the sounding sea.


“Annabel Lee” extraído de Stéphane Mallarmé, Les Poèmes d’Edgar Poe, traduction en prose de Stéphane Mallarmé, Léon Vanier Libraire-Éditeur, París, 1889. “Annabel Lee” extraído de The Works of the Late Edgar Allan Poe, vol. II, J.S, Redfield, Nueva York, 1850. Presentación y traducción de Mariano Rolando Andrade.

 


Que la obra de Edgar Allan Poe (1809-1849) haya sido traducida al francés por Charles Baudelaire (1821-1867) y Stéphane Mallarmé (1842-1898) es un designio literario que no puede ni debe ser pasado por alto. Es, al fin y al cabo, la posibilidad de leer a Poe reinventado por lo más alto de la literatura francesa del siglo XIX.

En el caso de Mallarmé, el interés va más allá incluso, por tratarse de una extensa reescritura en prosa de los versos del estadounidense. Su admiración por el autor de The Raven y Annabel Lee fue precoz: en su conocida carta a Paul Verlaine del 16 de noviembre de 1885, Mallarmé ensaya una autobiografía en la que dice “haber aprendido el inglés simplemente para leer mejor a Poe”.

Esa admiración, y el deseo de completar la obra iniciada por Baudelaire, lo van a llevar a traducir 37 poemas de Poe. De hecho, Mallarmé publica su libro “en memoria de Baudelaire”, indicando que “solo la muerte le impidió terminar, traduciendo el conjunto de sus poemas, el monumento magnífico y fraternal dedicado por su genio a Edgar Poe”.

El ensayista y novelista Jean-Louis Curtis indican que la primera traducción en la que trabaja Mallarmé, “Ulalume”, data de 1862 y su primer viaje a Inglaterra, aunque el experto David Degener, recuerda que ya entre los 17 y 18 años, es decir al menos dos años antes, el poeta francés ya había traducido nueve poemas de Poe, empezando por “To Helen” (4). Una década después, “Ulalume” y siete poemas más son publicados en la revista La Rennaissance artistique et litteraire en Francia. En 1875 se publica “Le corbeau”, y en los dos años siguientes más textos.

Todos estos poemas, y muchos más seleccionados por Mallarmé, son reunidos finalmente en Les Poèmes d’Edgar Poe, traduction en prose de Stéphane Mallarmé, que tendrá dos ediciones: una primera de Edmond Deman en 1888 en Bruselas, y la segunda de Léon Vanier Libraire-Éditeur en París en 1889.

Mallarmé abre el libro con un soneto suyo dedicado a quien llama “príncipe espiritual” de su época, “Le tombeau d’Edgar Poe”, enviado a Estados Unidos y leído traducido al inglés en la ceremonia de presentación del monumento funerario del escritor en Baltimore.

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