
TANGER
Je sens l’odeur intense et soufrée de l’Afrique, le vent froid balaie tout, les palmiers dansent.
Je suis à l’avant d’un bateau lancé dans la mer immense, doublée de l’océan, un bateau qui détient le sésame pour pénétrer dans les terres de sable rouge ; un bateau vigilant, campé sur le bord du bord du monde de l’autre côté de l’Europe, où scande le muezzin. Je suis campée à l’avant d’un navire campé, de fenêtres fouettées un jour de tempête qui n’en finira pas, de vents contraires enturbannés en une colonne d’air cinglant qui me hante, je scande à l’avant du bateau, scande l’appel aux prières, au réchauffement sous le vent froid, à l’entrée dans les eaux de haute mer avant l’océan, à l’union des terres décollées par les âges et reformées en moi pour ces jours, assemblées en une pièce matrice qui sous-tend les eaux et le ciel, je suis campée à l’avant d’un bateau qui voit tout et jamais ne prend l’eau, qui reçoit de plein fouet la brisure des mondes, la différenciation des êtres, qui tente de les intégrer à sa déroute privée de trajectoire, savamment gouvernée, à sa stabilité ondulante de sphinx et de mémoire.
Je suis campée à l’avant d’un bateau qui toise les côtes d’Europe et attend, patiente, ploie, danse, qui reçoit les échos d’Europe et les écueils, qui absorbe depuis la nuit des temps les ondes du continent scindé, qui sait sa force propre, sa puissance de titan, sa danse apparente soigneusement ménagée dans les draps du hammam et des voiles, intégrée aux tissus et aux palmes fertiles. Je suis campée sans attendre sous la pression du vent, je me sais en sûreté, je me sais à mon poste, j’évite le cri des sirènes et je me tiens prête, enhardie par l’odeur de jasmin, d’oranger et de musc, par les trouées solaires régulières au-dessus de moi, par le charme corsé de la ville qui me porte, à mon poste, je me tiens.
Christine Guinard, “Tanger”, Sténopé, Paris, Unicité, 2019
TÁNGER
Siento el olor intenso y el azufre de África, el viento frío lo barre todo, danzan las palmeras.
Estoy en la punta de un barco lanzado a la mar inmensa, duplicada por el océano, un barco que posee la llave maestra para penetrar las tierras de arena rojiza ; un barco atento, plantado en el borde del borde del mundo del otro lado de Europa, donde declama el muecín. Estoy plantada en un navío plantado, con ventanas azotadas en un día de tormenta que nunca dejará de azotarlas, de vientos opuestos enturbados en una columna de aire mordaz que me atormenta, yo declamo en la punta del barco, declamo la llamada a la oración, a calentarse bajo el viento frío, a entrar en las aguas de alta mar antes del océano, a la unión de las tierras separadas por las eras y reformadas en mí para esta ocasión, reunidas en una pieza maestra que subyace a las aguas y el cielo, que recibe de lleno los fragmentos de los mundos, la diferenciación de los seres, que intenta integrarlos a su derrota despojada de trayectoria, gobernada sabiamente, a su estabilidad ondulante de esfinge y de memoria.
Estoy plantada en la punta de un barco que desprecia las costas de Europa y espera, paciente, se somete, danza, que recibe los ecos de Europa y los escollos, que absorbe desde la noche de los tiempos las ondas del continente dividido, que conoce su fuerza propia, su potencia de titán, su danza aparente, cuidada con esmero bajo las sábanas del Hamam y los velos, integrada en las telas y en las palmas fértiles. Estoy plantada sin espera, bajo la presión del viento, me siento segura, sé que estoy en mi lugar, evito el grito de las sirenas y estoy lista, envalentonada por el olor del jazmín, del naranjo y del musgo, por los claros solares a intervalos regulares sobre mí, por el encanto severo de la ciudad que me porta, en mi puesto, me mantengo.
Traducción de Alonso Venegas Flores
Christine Guinard es una poeta, traductora y música francesa. Sus poemas han sido publicados en varias revistas como por ejemplo Place la Sorbonne, La Femelle du requin, Poésie première, Nunc, Exit, FPM, o Triages. Su obra poética explora la relación entre lengua, imagen y sonido, como en el tríptico Mnemosyne(s) – una videoinstalación creada en el Cent-Quatre de París, y en la serie de video-poemas creados en el 2020. Su último poemario, “Sténopé”, ha sido publicado por la editorial parisina Unicité en el 2019. Es también profesora de literatura y de cultura antigua.