
EL LENGUAJE
Poco a poco se han hecho sonido, esos efluvios que salen de mi garganta y mi corazón. Los ojos y la cabeza hacen lo suyo. Se multiplican como pájaros, las palabras llenas de intenciones. Florecen en la boca de mis hijos, de pronto, un día como un milagro. Cómo crecen las palabras, cómo cantan en las conversaciones, saben nombrar y maldecir porque se nos ha dado el poder de ser palabras. Ahora puedo hacer trueque con las cosechas. Escuchamos a los ancianos, a los trashumantes, sus historias cosidas con palabras. Basta un palabreo para saber que mañana iremos a la otra aldea para aflojar la tierra y los rencores. Mi palabra tiene honor, tiene confianza, tiene fuerza. Me escuchan los animales y responden con su propia voz de animal. Nos entendemos.
EL ASOMBRO
¿Qué es esa luminosidad que atraviesa el cielo y dibuja una raíz de luz con voz potente estremeciéndome hasta el llanto? Acaso sean los dioses advirtiéndome de su fuerza destructiva o su compasión por la sombra que nos envuelve en las noches, cuando el disco plateado es ausencia y mi corazón anhela la tibia espalda de mi hombre. Alguien le llamará tormenta, relámpago, rayo, trueno, palabras que nombran esa imagen. ¿Quién nombra a los dioses: las palabras, el cielo desgarrado por la luz, o mi propia tiniebla de mujer que piensa y desespera?
Del libro Los Elementos, Ediciones Exilio(2019)
Nana Rodríguez Romero. Colombia. Escritora de poesía, y narrativa. Ha participado en diversas antologías de minificción y poesía en otros países. Algunos de sus libros publicados: La casa ciega y otras ficciones, El sabor del tiempo, Juanantonio, Lucha con el ángel, Efecto mariposa, El astrolabio, Vendimias del desierto, Elementos para una teoría del minicuento. Becaria del Ministerio de Cultura. Premio Nacional de Poesía Ciro Mendía 2008. Docente investigadora de la Escuela de Filosofía y Humanidades, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.
En la obra de Nana Rodriguez Romero, se siente la delicada y precisa presencia de quien observa e hilvada con devoción y luminosidad cada palabra.