
CIELO DE SOLDADURA
Jugamos a parir hijos de relámpagos
Los contábamos como insectos blancos
Desaparecían y se pegaban hasta volverse babas
hasta ser luciérnagas sin cristales
hasta darnos cuenta que sólo habíamos parido cráneos de antiguos miedos
Aun así
dejamos atrás las escamas de la ciudad
La podredumbre de los mares que se le han muerto
El camino lo abrimos
Fue una filosa herida que nos cortó las manos
cuando decidimos reventarlo
sacarle las entrañas
y sembrarle una raíz con gusanos de luz
Jugamos a comernos nuestros hijos
a cortar alas y tragarlas como cadáveres de hielo
Nos hicimos desperdicios de animales
Niños muertos
Perros aguardando un cielo de soldadura
Nos hicimos eternidad
árboles en un charco de luciérnagas.
EL NIÑO JUEGA A SER SEPULTURERO
Madre
he enterrado el tigre en el jardín
pero sus garras siguen afuera
¿qué hago?
Es imposible
poner
la oscuridad bajo tierra.
EBRIEDAD BAJO LA REGADERA
Pisa con cuidado
Te confieso:
No recogí tus restos
no acomodé tu cabeza
Te vi en el suelo del baño como un desperdicio de la noche
Los párpados se te caían
Vi la batalla que tenías con los ojos
Querías abrirlos
Pero ellos no querían verte
Estiraste el brazo y cerraste la puerta
Cuando lo hiciste
llevé tu sombra ebria a la cama
y todo se llenó de sal
Allí supe lo que abandona el mar cuando muere
Al otro lado
te ahogabas entre el grito
de la ola
del gato
de la luz
Escuché las bestias de agua que te salían por la boca
Después de la sal vino la sangre
Pero cuando apareció te habías dormido
Poseidón te había cerrado los ojos a la fuerza
Creo que hizo que te arrodillaras
Que le ofrecieras algún sacrificio
Te metió bajo la regadera y te arrancó la piel
Cuando regresaste a la cama te dormiste encima de tu sal
De tu propio cuerpo cosido a las sábanas
Por eso te digo:
Pisa con cuidado
Abre con cuidado la puerta
Allí debajo de esas baldosas
está el alcohol de tu sombra
Te lo advierto:
No te acuestes en el lado izquierdo de la cama
Todavía está la oscuridad de una ola que guarda tu tatuaje de ebriedad
Tu pezuña de rabia
Pon el oído en la almohada como si fuera un caracol
Sabrás que no miento
Allí
debajo de las baldosas
está tu sangre sepultada.
RUTA
El niño hace caminos con las pastillas del enfermo
para que los juguetes no se pierdan
No es un juego
hay que decírselo
es mi camino para morir
dice el enfermo
y no quiero verlo.
LO QUE DIGA ESTÁ LLENO DE POLVO
Debajo de la lengua tengo palabras heridas en combate
Hospitales con sus gasas ahogando la herida
Debajo de mi lengua tengo una legión de escombros
Me he partido los labios por quitar esos restos de piedras pegados a los dientes
Lo que diga está lleno de polvo
De ciudades en ruinas
Lo que diga tiembla como punto de luz en el agua
será siempre un grito encalambrado
siempre el domingo apuntándome con su escopeta
siempre los perros abriendo la tierra para mostrarme sus huesos
siempre la palabra que se escucha como la explosión de un tiro
Esa misma palabra que cava su tumba dentro de mi boca.
LADRIDO
Un espejo se rompe y siembra candelabros en toda la tierra que se tragó el cuerpo
Los vidrios se hacen estrellas de sangre en la garganta
Caen salivas de relámpagos
El cuerpo es ladrido en la calle
ruido de espigas
sangre seca en el espejo.
FADIR DELGADO ACOSTA: Escritora de Colombia. Algunos de sus libros son: El último gesto del pez (Colombia) Lo que diga está lleno de polvo (Ecuador), y La tierra que se tragó el cuerpo, antología personal (España). Ha obtenido reconocimientos como: Premio Internacional de poesía Tiflos de España, 2021.Premio Internacional de poesía Universidad Nacional de Costa Rica, Una Palabra 2020 y Premio Distrital de poesía de Barranquilla, 2017, entre otros.