IN MEMORIAM DE JAIME SABINES MARZO 1999


IN MEMORIAM DE JAIME SABINES MARZO 1999

Ahora sé que sentiste cuando murió tu tía Chofi.

Hoy estaba Pensando en tus días contados como las gotas que perpetuamente caen y se regeneran. Así tus días, porque tú no has muerto, has madurado, te has desprendido de ti como el chiflido de los pájaros.

Tú enseñaste al poeta a no soñar pesadillas, a no intoxicarse de filosofía, a sentir el peso de las letras, a amar anónimamente y en orgías la poesía.

Cómo decirte ahora que ya no estás, o que si estás ya no me puedes contestar, este aplauso y esta lágrima, y un largo silencio, saliendo de su cueva, abandonando fantasmas; esta noche le pediré a Dios que te bendiga, que levante su mano y que pinte el universo de poesía.

Yo, qué puedo decir hoy, más me vale callar y dejarte poetizar. Ahora has de ser ya sustancia etérea, poesía por donde quiera, o estás como fuiste, mas en un mundo nuevo. Asombrado de tener ojos y manos, te dispondrás a escribir, y algún día, cuando los poetas te alcancemos, escucharé de tu eterna voz lo que has escrito en tantos años.

Adiós viejo amigo desde que venía yo de atrás.

Hoy y ayer, tal vez varios mañanas se escribirán poemas de tu muerte, cosa más fea al no saber que es mentira, porque tú no has muerto, has madurado como la gota de rocío en el árbol, como el chiflido de los pájaros, como los poemas que salieron de tu voz, de tu mano; has madurado, hoy te has desprendido de ti, ¡eres libre!
Ahora que no le debes nada a la muerte, y que seguramente estás cerca del Viejo Paternal, no me queda más que decirte, no me queda más que callar.

Tizayuca, Hidalgo, México, 19 de marzo de 1999

justo al recibir el mensaje de la muerte de nuestro poeta por un beeper. Al instante dejé mi juego de ajedrez y me puse a escribir. 

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