SAHARA OCCIDENTAL 25°N 13°O | JOSÉ ANTONIO PÉREZ-ROBLEDA


Sahara occidental 25°n 13°o

El pasado otoño, Amal Adila, Saharaui refugiada en Dajla, ante la imposibilidad de recibir sepultura en su tierra natal, pidió ser enterrada con un pequeño guijarro de su pueblo.

Muy pronto, este gesto se ha hecho popular en Auserd, Smara, El Aaiún, Bojador y el resto del Sahara occidental.

Tras la muerte de un refugiado, cada hermano, hijo y sobrino trae piedras para enterrar junto al ser querido, expresando su cercanía y dolor a través del tamaño y cantidad de piedras trasladadas.

Debido al aumento de la mortalidad, esta costumbre, está creando peligrosos vacíos en el desierto del Sahara.

El gobierno de Rabat teme que el abismal agujero se trague las tierras aledañas.

La comunidad científica internacional está proponiendo convertir los enormes huecos en cementerios, siempre y cuando los cuerpos sean enterrados junto con las piedras.

Mientras tanto, los deudos, han comenzado a trasladar casas, a trasplantar huertos, a excavar pozos, hasta replicar sus pueblos en las zonas donde están refugiados.

Políticos de la ONU temen que se trate de una forma encubierta de volver a habitar territorios sin una resolución que otorgue a los cuerpos algún estatus jurídico en el derecho internacional. Lo cual no debe suceder ni con vivos ni con muertos.


JOSÉ ANTONIO PÉREZ-ROBLEDA Es educador, poeta, filósofo, papá y empecinado cocinero. Accésit del premio Adonais (2014) Que le permitió publicar su poemario Mitología íntima (Rialp 2015).


 

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