
En el silencio de tu habitación.
Para Blanca
y Alexis+ (in memoria)
…Porque te encuentro en el hueco
de una forma y en el eco
de una nota fugitiva.
Xavier Villaurrutia
I
Hoy es jueves
y sólo el tiempo pasa por la puerta
como una sombra de tristeza.
Mis brazos saben que no llegarás,
se ahoga mi voz en esta encrucijada de la realidad,
¿Quién soy ahora? Viudamadre, huerfanamadre
¿cómo se nombra a una madre sin su hijo?
mis ojos sucumben cada jueves,
al ver cerrada la puerta de la casa.
II
Nadie te escucha bajar las escaleras.
Nadie puede arrancarte de la habitación.
Cada día aparecen nuevos recuerdos
y no hay mejor lugar para escuchar una canción
que en el silencio de tu cuarto;
ahí donde el corazón busca su cuerpo.
III
Me miras desde una fotografía cuando te digo:
“este año arde lentamente.”
¿Qué distancia nos separa de la muerte?
A lo lejos se encuentra la sonrisa
que se escapó de mis labios aquella noche
cuando me dijeron: “sólo un milagro”.
IV
Tomo tus manos,
pronuncio palabras que ya no escucharás;
pierdo tu mirada en el caleidoscopio de la vida.
Es mentira que sanan las heridas con el tiempo.
V
Por las noches la casa tiene una lámpara,
la puedes ver si algún día pasas por ahí.
El espejo vacío no encuentra la guitarra
que enmudeció desde aquel día.
A veces, la ropa guarda nuestro olor;
alguien deja una camisa limpia sobre la cama.
VI
Ahí me encontré extraviada,
oí voces y era la tuya; te vi aquella noche.
No puedes verme, estoy aquí contigo y lejos de ti.
– ¿Cuál es la distancia que nos separa, hijo?
– La muerte.
– ¿Cuál es la distancia que nos separa, madre?
– La vida.
-Aquí estoy mirando el tiempo que pasa.
Allá donde cae la última gota de lluvia
mi cuerpo baja de aquel vagón oscuro.
Y aún te escucho decir: “todo estará bien”.
Pero tengo miedo de que la memoria borre mis pasos,
que los tambores se olviden de mi voz,
y que la guitarra se olvide de mis manos.
Tengo miedo que el espejo, al buscarme,
encuentre el vació de mi habitación,
y no dibuje nuevamente tu sonrisa.
Encuéntrame cuando la muerte decida ponernos de frente.
VII
La muerte arrebata los cuerpos, se los lleva sin aviso
y nos deja viviendo sin brújula.
Quise ser una madre sin apegos,
darte la libertad para volar
y hoy me encuentro otra vez buscándote entre sombras,
perdida en el aire grito tu nombre.
VIII
Los tambores ya no buscan tus manos,
cuando salen a la calle, suenan con diferente voz;
ahora entienden que alguien más los guía.
El alma se acomoda a esta nueva vida.
IX
Te sueño hijo mío, sigo siendo tu madre.
Soy una madre sin hijo.
Te sueño y te resucito en un abrazo,
mientras bailo en la habitación con tu recuerdo.
Mis manos tocan tu rostro inasible.
ahora sé que te escondes detrás de una nube,
y cantas libre con el viento.
Con el sol en sus pupilas
el cielo te recibe en nubes blancas;
ángeles tocan tambores y trompetas,
Sigue el sendero de la luz.
“OCHO VOCES PARA NOMBRAR UN SUEÑO”
Antología (2018)
KAMADEVA
Con el primer beso nace el silencio
y el tiempo se detiene.
Huye la soledad de nuestro cuerpo,
en el segundo beso
y el tiempo se hace absoluto.
El silencio nos invita a jugar con el amor,
acaricio mi sexo como una Afrodita
ante tu mirada pétrea de ónice.
Tu silencio clava en mí una daga,
Recorro tu cuerpo que emana
placeres mientras bebo un gemido.
Surge el tercero, cuarto, quinto beso,
rompes viejos tabúes tendido en mi Sodoma;
danzo una melodía árabe sobre ti,
veo en tu rostro la satisfacción de Kamadeva.
Llega el último beso y tus manos jardineras
dibujan mariposas en la espalda del silencio.
“OCHO VOCES PARA NOMBRAR UN SUEÑO”
Antología (2018)
MAY ALBORES
(Comitán de Domínguez, Chiapas; 1980.) Egresada en la licenciatura en ciencias de la comunicación por la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG). Desde hace 14 años es docente de Literatura y Español del nivel medio en la preparatoria del municipio de Las Rosas, donde también funge como promotora de eventos culturales y cívicos.
Escribe narrativa y poesía, sus textos se han publicado en revistas-semanarios, en una antología de cuentos (2012), obtiene el nombramiento de “Embajadora de la palabra” por la Fundación César Egido Serrano en el Museo de la Palabra (Madrid España) (2014), participó como organizadora y escritora en el Festival Internacional de Literatura Balún Canán (2016 y 2018), así también en el Festival de Calaveras (2017) en la ciudad de San Cristóbal de las Casas; participa en la antología de poesía y narrativa “Ocho voces para nombrar un sueño” (2018). Ganadora del primer Premio estatal Cicciolina Baudelaire Ior, edición tetralingüe por la editorial Valkiria (1019). Integrante de la Asociación de Escritores y Poetas de Chiapas A.C. (2020) Participa en la Feria Virtual del Libro Italia (2021).