LIBERTARIA MARCHA | JUDITH CARTAGENA OSPINA


CONCLUSIÓN

Es muy simple y lo diré así:
Soy mujer
soy libre
Soy amante
Soy Matriz.
Me invade el vicio de amar.
Me domina el antojo por la vida.
Mis pasos saben para donde van.
Soy poesía y verso
Soy locura de palabra expresada.
Soy grito y llanto
Soy pasión desbordada
Soy pecho herido.
Soy callo aprisionado
Soy teta sin leche
Soy útero cerrado
Soy estría que habla
Soy deseo reservado
Soy todo y nada
Soy indomable, amante y tierna


MI PAZ

¿Tienes paz?
Dijiste,
No la tengo, respondí.
Se me va cuando gritas.
No logro retenerla
Cuando sale detrás de ti.
Se pierde en tus aventuras.
A pesar de tu regreso,
Ella se niega a hacerlo.
Escapa de mi lado,
se lleva mi anhelo.
Cuando abandonas nuestro sueño,
ella sale de afán.
Cada vez que me miras
y llevas en tu mente otras ilusiones.
Más yo quiero estar aquí.
Mi paz es tu ausencia.


POEMA

Hay versos que sólo son nuestros, de nadie más.
Versos que se tocan,
Se miran, se lamen
Se suspiran.
Dejan en ti los más bellos sentires
Diáfanos, puros
Únicos.
Son sólo nuestros.
Como un dulce en la boca
Como agua para la sed.
Suaves, tiernos
Con vuelo propio
Embelesan aquí y ahora.
Se recrean en embelesos
Versos espirituales, de piel.
Son simplemente perfectos
Son un poema al andar.


LA VIDA Y UNA COPA

Me invitó a su mesa, cuando de mí se iba
Inventó propuestas.
No sé cuántas noches, tardes o madrugadas,
Juntas hemos embriagado el alma.
Platicamos de amor y dolor.
Reímos, lloramos, increpamos,
Honramos el mutismo.
Surcamos mis travesías,
Escalamos y rodamos.
Junto a mí se posó en silente melodía.
Al flaquear mi cuerpo en incierto alarido,
ella, inteligente, sigilosa, culta y maternal,
en amoroso mimo me invita al mercado,
no me dice nada.
En cambio, con alegres danzas celebra mis locuras
Me trae a escribir páginas.
Está en mi caída, en el reconocimiento.
Cuando olvidé caminar,
el día que fui invisible.
Habitó cuando todos me aplaudieron
También cuando fui vituperada,
En el asalto a mi buena fe, me abrazó con fuerza.
Contó las lágrimas de mi soledad.
Nos multiplicamos en la sala de parto,
En días fríos, abrigó mi cuerpo
Y el soleado, aire fresco fue para mí.
Cómplice se hizo de mi pasión en la playa
Vive en cada letra, en cada sueño, en cada desvelo
Sin pedir nada a cambio.
Cada día una nueva copa nos bebemos
Fantaseamos, coloreamos nuestra esperanza
Damos alas a la imaginación.
La vida y yo, gustamos una copa.
Y en el vuelo de sus alas,
hemos de tomar otras.


A ELLAS

Las que un día fueron presas del pavor,
Hoy andan su propia carrera
Lidian reyertas incansables
Y no detienen su inmutable viaje
Ellas,
a las que dijeron ¡No!
Hoy extienden su piel.
Anegando su heredad.
Su sinfonía conquista la creación
Sus colores idearon nuevos mundos
Los hicieron suyos
Liberaron sus cadenas,
Derribaron sus cruces
Iniciaron su revolución.


LIBERTARIA

Entonces,
Se olvidó del grito
Abandonó el bullicio
Deshizo el nudo del desasosiego,
Lo dejó escapar.
Abrió la mazmorra de su mudez
Y el silencio abandonó el padecimiento.
Liquidó la morada de agravios
Lanzó el manto que cubría su alma
Saltó al balcón de su propia savia
Se liberó de quienes, en nombre del amor,
devastaban sus quimeras
Pernoctó en regazos de libertad
Y así inició el sendero señalado por su aliento
En libertaria marcha
Hacia conquista de su ajustada fantasía.


LOBA

Soy aquella que corre tras su pellejo
En búsqueda implacable de verdades
Cansada de medias,
Busco enteras todas las naranjas
Soy quien lleva su niña a flor de piel
Y su anciana a lomo de dilemas
Cabalgo en alas de concordia
Y vuelo en fervor del céfiro
Mi batalla es guerra fría
Y uso espada de cristal
Hiero desde la transparencia que poseo
En este camino impuesto
Mi bandera libre se ondea
Hacia el viento de la verdad
Y su color tiñe
El son de la vida
Interpretado en la orquestación de mi destino
Llevo pelaje para el helaje del día cruel
Me despojo cuando la calidez
Abriga mi ensueño
Relato los cuentos que me pide el camino
Y amiga soy de cuanto gnomo hallo a mi paso
No me embelesa la falacia
Ni me detiene la llaga
Al contrario,
Impulsan mi ritmo
Vuelo porque me salieron alas
Y nado en las profundidades del abismo
igualo mi voluntad cuando alguien la merece
Aunque traspiés en ello haya.
Ahora canto, vuelo y cabalgo
Como jinete de anarquista paso
En finos senderos del alma
Mientras este chacal conmigo vaya.


JUDITH CARTAGENA OSPINA es periodista, directora y fundadora de La Chambrana, autora de Nardo para Ellos, Entrelineas, Brisas de Mayo, Mi verso mi Vida, Trazos de Existencia, Instantes Inaplazables, Mi pa que no era mi pa, pero era mi pa; entre otros. Integrante del colectivo Poetas de la Calle, Fundación América en Mi Piel, Feria Latinoamericana del Libro Cartagena de Indias, miembro honorario de la asociación Crisálidas Poéticas, Gremio Poético Colombiano, escritores Vallecaucanos, embajadora cultural Mujer Girasol y Artepax ASORBAEX Madrid España, Coordinadora para Cali del Parlamento Internacional de escritores.


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