UNO SE CONFORMA CON EL SILENCIO | MANUEL ADRIÁN LÓPEZ


EL TRITURADOR DE PAPEL SE DESBORDA

Traga lo que le introduzcan
en su boca estrecha y afilada.
Se infla con los desechos
tiritas aparentando ser
multicolores serpentinas.
En la oscuridad del cesto
queda la evidencia.
Imágenes hecha trizas:
la obesidad de la adolescencia
la obesidad de los veinte
la obesidad de los treinta
Chyna Fox y su vestido de segunda
Johana y su plumaje negro y amarillo
Sable Palmer y su traje Kelly Green.
En el DF con amigas
en La Romana con las mismas
en Seattle con un novio flaco
y rubio
en Halloween de flapper
y sin rasurarse
en Toronto con un grupo
del cual él

es el único sobreviviente.

Del libro inédito, Un viaje diario al sótano


UNO SE CONFORMA

Uno se conforma con el silencio
ese vacío que se siente
cuando vas dentro del tubo
cuando tiemblas
esperando los resultados
de la tomografía.
Te avergüenzas de lo que puedan ver
de lo que puedan encontrar.
¿Y si logran leer el abarrote de palabras?
Esa nata flotante en tu cabeza
un charco verdoso
acumulando traiciones
y desencantos.
Te enciendes como un cartel lumínico
de algún motel
anunciando que tienen disponibilidad
para ese rato de placer.
Se te revuelven las imágenes
recuerdas al hombre casado
serio y profesional
“de su casa”
que te pidió
casi te imploró:
“ve tú a rentar el cuarto”
Y aceptaste.
Del mismo modo que has aceptado
convivir sin deseo
tragar en seco
engordar para evitar
engordar para substituir
engordar para aliviar.
Se ilumina tu rostro
te enamoras del técnico
cuando te cubre con la manta
cuando te susurra al oído
que todo estará bien
que será rápido el proceso.

Cierras los ojos
imaginas que te pierdes
en la taiga siberiana
imaginas que flotas
en el Hogsmill
pero no te llamas Ofelia
ni tampoco Socorro.

Te conformas
y de ahí parte el derrumbe
y de ahí viene tu desplome.

Del libro inédito, Un viaje diario al sótano


A  VECES

En un jardín no se está solo
MARGUERITE DURAS

Uno debe escapar
hacer un alto
recuperar la respiración
observarse en los rostros de extraños.
A veces es mejor comer un pan duro
en otra ciudad.
Morderse el labio
sangrar frente a un desconocido héroe
de mármol o bronce.
Insisto.
Ser anónimo en tus alrededores.
Sonreírle al taxista
cuando te pregunta si tienes hijos y mujer.
Esconder el libro de Pessoa
debajo del brazo mal oliente y sudado.
No dar indicio alguno de tu misión.

A veces
y sólo a veces
es preferible aparentar
no estar solo en el jardín.

Del libro inédito, Un viaje diario al sótano


MANUEL ADRIÁN LÓPEZ nació en Morón, Cuba (1969). Poeta y narrador. Su obra ha sido publicada en varias antologías y revistas literarias de España, Estados Unidos y Latinoamérica. Tiene publicado varios libros de poesía en los que se encuentran: Los poetas nunca pecan demasiado (Editorial Betania, 2013. Medalla de Oro en los Florida Book Awards 2013), Fragmentos de un deceso/El revés en el espejo, libro en conjunto con el poeta ecuatoriano David Sánchez Santillán para la colección Dos Alas (El Ángel Editor, 2017), Los días de Ellwood (Nueva York Poetry Press, 2018/2020), y Un juego que nadie ve (Ediciones Deslinde, 2019-2020). Su narrativa aparece en tres tomos de relatos.


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