EN LA TREGUA DEL CORAZÓN | MARTHA TREMBLAY-VILÃO


FRAGMENTOS DE AMOR Y ODIO

Se arrancó de mi nariz un anillo de plata
después de la mordida feroz de un beso
alrededor de mi rostro
explorando la sal de mis poros en redondo
como se vigila golosamente
una presa

Se clavó dentro de mi oreja
la longitud y circunferencia
de una lengua
extranjera
bondadosa
familiar
Sentí que pudiera casi
regresar
a casa

Quisiste obtener de mi
cada palabra
bella
sucia
cada poema
embalarme de papel pintado de plomo
disfrazado de oro
en cada abrazo
ligero
pesado
sueltas – me vuelo
dejas – me vuelvo
por un segundo que parece
ser siempre
me empujas y me siento
libre

El peso de tu cuerpo sobre el mío
dulce calabozo de locuras
saltos y errancias mezclados
con ruidos del bosque
gemidos animales
los tuyos, saliendo de tu boca mientras
aférreme a tu cuello de venas extravertidas
a tus pelos, a tus cejas
volteándome en el espacio vacío de un prado inmenso
sin flores
ni
gusto

Fragmentos de piernas, brazos, senos, libros
enraizados
en tierras oscuras, inmaculadas – llamando
la sangre y el temblor
un cielo de nubes enmarañados
llamando la paz
y el tambor
susurros tiernos al oído seguidos de uñas
enganchadas en pieles y miedos
pulsando la carne – más y más fuerte
por
favor

Tu piel de seda acariciando la mía, sobre la mía, bajo la mía
bajo la luna y la espera vana de una lluvia de estrellas
fugaces
fugaces como miradas de dulzura
hipnotizadas en torbellinos tortuosos
de fragilidad y hermosura
y el descuido impetuoso de un corazón que se pausa
como cometa en la tierra
fogoso y en llamas
inocente alegre
y en su centro
unas
grietas

Un corazón llegando como flecha de luz roja y después azul, cuando fría
un cráter y – una vez fundido en el alma
una cicatriz sorpresa
la palma asfixiando un sueño una ilusión romántica que ya tarda
a confesarse la monstruosidad de querer apretar
tanto y tanto
que se pierde el soplo
amar tanto y tanto
que se quita
el aire
hasta –
odiar
Y una vez que te ahogues te ofrezco mi boca aún en turno
para que nos escupiéremos adentro
como pulpos
mi boca roja, mis dientes, mi cuello, el pavor de cada uno
de mis orificios viscosos
la ofrenda de mi ser entero
como fragmentos trasladados de mí hacia ti, de ti hacia mí
ahora indisociables pecables
fragmentos oceánicos de todos

De todos
y de
nadie.


y mientras dormías
podía verte
quieto
tus trazos
tus ojos
como cielos
de almendras
tu nariz de montaña
tus dos labios ríos
encontrándose
en el mar
de sueños-murmurios
y llantos
memorias
de muerte
sufrimiento
rituales
sagrados
de piedras
pintadas por fuego
y revueltos por lluviosas
subidas y bajadas retorcidas
por brillante mente
y conexiones rotas
mitad arco iris
y pleno
terremoto
mitad aquí y
completamente allí
en alguna parte
arriba o abajo
de infinitas mareas
tu cara
tan apacible
brillando en el rostro
conejo
de la luna
menguante
en silencio
y mientras dormías
podía verte, Amor
quieto
y claro
en la tregua
del Corazón
durmiente.


And while you slept
I could see you
still
your lines
your eyes
like almond
skies
your mountain nose
your two river lips
meeting
sea
of muttered dreams
and cries
memories
of death
pain
sacred
rituals
of stones
painted by fire
and tossed by rainy
highs and twisted lows
of bright brain
and shattered connections
of half rainbows
and
full earthquakes
half here and
fully there
somewhere
over or under
infinite tides
your face
so peaceful
glowing in the rabbit
face
of the moon
declining
in silence
and while you slept
I could see you, Love
still
and clear
in the lull
of the sleeping
Heart.


He visto cada una de tus partículas
Reflectada en cada trazo de luz
Un ojo negro un ojo azul
Tu rostro encajado contra la pared
blanca
Todas las versiones del Posible
Tus esfuerzos para unirte con mi cara
costa de esperanzas decepcionadas y
languideces inconfesadas
De palabras caídas y entidades
mascaradas
Tu cuerpo longo y delgado, pequeño y
fuerte
El torturador el luchador
el domador
de luciérnagas
Tu corazón dorado tambaleando
suavemente con mi tercer ojo tu sexo
empalmado desempalmado los ojos
abiertos cerrados las manos detrás de la
espalda y la espina arqueada
Hacia el cielo
Las raíces escapando en el alto mar
océano de moluscos polvos conchas y
amargura las corrientes van y vienen
como las mareas la luna en cada ciclo de
esperarte olvidarte y verte volver
En cada regeneración de células médulas
azules y rojas, en cada atentado de
humanidad, cada lucha, retiro y cada
gloria, tu regresas junto con las sombras
trepadoras en mi cocina
Un ojo negro un ojo azul
te escabulles entre las caderas y ramas de
plantas entre el odio el amor la
duda y la dicha, dejas brillar en reflejos arco iris
una forma extraña que parece un rictus,
una sonrisa, desde el borde más abrupto
de los labios, dientes, un rictus, una
sonrisa de franqueza de niño infierno
olvidado de paraíso terrestre de nieve
que derrite al fondo del engaño de brazos
tendidos, un deseo de saborear,
simplemente, el
d-olor del mar.


Martha Tremblay-Vilão. Poeta, traductora, terapeuta energética (Reiki), navega entre Montreal, Brasil, Cuba, México y más recientemente India, donde ha profundizado una relación entre el mundo y la poesía a través de un canal de interacciones que combina espiritualidad y sensorialidad, de lo inmaterial hasta la materia más bruta. Su obra, en varios idiomas (Portugués, Inglés, Francés y Castellano), fue presentada en varios eventos de lecturas poéticas, espectáculos, festivales, tanto en Cuba y México como en Montreal. Ella trabaja en este momento sobre un poemario en español que quería publicar quizás en México.


 

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