
1
Atrévete a entrar
a la única salida por entrada
que inventaron los caminantes,
aquí el aluvión nos acompaña
y dirige la orquesta de la abeja roja.
Expedición de ruinas en el tacto,
el cuerpo se trasparenta en el agua,
alma que contrae la senectud,
río que se desborda adentro
y escucha la lluvia caer.
Ojo azul hacia el fondo de las libélulas.
¿Adónde el comienzo?
2
Mientras la lluvia habla
los pasos deshacen la pirueta
de una noche en abanicos defendidos.
En tambor de sedientas luces
el kiosco figura
relojero
del cuerpo que no enfrena
un deseo de caballo fustigado,
tras entregar la militante alforja
de un cazador sin escopeta.
Llama de navío encapsulada
que no es sino arrecife de palabra rota
que flota en vaivén de peces muertos.
3
Ojo de agua que fluye en mis manos
que se mira y nos mira en el túnel silente,
como pólvora de un llano esparcido en el recuerdo,
como engranaje derruido por la incertidumbre,
como piedra imposible que flota aún en estanques vivos,
como la sombra en polvo estertor que retorna
y resuena en los campanarios floridos del desierto.
¿Adónde el comienzo?
Adentro escucho que el libro se abre,
yo soy el comienzo que me inscribe,
la hoja en blanco que se planta.
Viajo hacia la noche que me inventa,
¿qué seré del recuerdo que me ha vivido?
Adentro escamas de tiempo
y la casa golpea el tambor de las horas
y la casa se inunda y nadie me cree
y la casa me expulsa de sus pasadizos
y la casa cubre mis pasos con palabras
y la casa caparazón de la ira rompe el vaso
y la casa zigzaguea las huellas de lava
y la casa explota por el techo de estrellas
y la casa rebota y pasa de una nube a otra
y la casa crece en su humedad estelar
y la casa chirría entre los limoneros de la sombra
y la casa regresa a mí cuando no hay nadie
y la casa debajo de mi almohada crece
y la casa llena de dientes siembra imágenes
y la casa es un patio de pelota que abduce
y la casa que no soy está aquí deshabitándome
y yo que no soy lo que me ha vivido entro a la casa
y marabunta a los pies del crepúsculo
y los árboles sueñan el fluir de quien camina
a las orillas del comienzo, allá donde todo regresa.
En la salida está la entrada del túnel de palabras,
viajo hacia la noche de un cuerpo que me mira
en el espejo de una sombra perdida en su reflejo.
Y el micrófono deambula por las calles
y salgo a buscar a las preguntas
y entro al universo de los peces que roen madera
y yo que no sé lo que digo escribo el canto,
aquí hasta el borde del vacío.
Tequila, Popocatépetl, Xinantécatl
en los rollos de la palma astronómica,
palimpsesto telescópico del campo:
graznar de patos, croar de ranas, balido del rebaño,
rumiar del techo, bufa y resopla, olas a la orilla,
aleteo cascada, luz contratenor, branquias de ninfa,
ululato carnívoro, tempestad de truenos en la mazorca.
En pirámides concéntricas las voces descienden,
memoria katún que rompe cada roble.
4
Y yo que aún no me he vivido entro a la casa,
habito los escombros que inscriben el presente.
Las manecillas adelantan el ojo del cielo
y caen las palabras en el patio de pelota.
Ventana que capta la humareda,
pliego de pieles encendidas
debajo del siseo tarántula de los sauces.
La rosa escorpión y el caballito de diablo
rozan la superficie del silencio: corazón colibrí,
ginkgo biloba en estradas mántricas,
adentro, muy adentro de la noche,
encrespada sepultura que escribe mi epitafio:
El canto canta en mí
donde palpitan los sentidos de Nadie.
Melissa Nungaray (Guadalajara, Jalisco, 1998). Estudió Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Autónoma del Estado de México. Es autora de los libros Raíz del cielo (Secretaría de Cultura de Jalisco/Literalia, 2005), Alba-vigía (La Zonámbula, 2008), Sentencia del fuego (La Cartonera, Cuernavaca, Morelos, 2011) y Travesía: Entidad del cuerpo (La Zonámbula, 2014). En 2014 obtuvo el segundo lugar del IV Premio Nacional de Poesía Joven “Jorge Lara”. Fue becaria del Festival Interfaz ISSSTE-Cultura Los Signos en Rotación San Luis Potosí 2017. Ha participado en varios encuentros nacionales e internacionales y publicado en revistas como Alforja, Casiopea, Punto en Línea, Punto de partida, Círculo de Poesía, Cantera, Periódico de Poesía, Ventana Interior, Ciclo Literario y Papalotzi. Está incluida en diversas antologías, entre las que destacan: Muestrario de letras en Jalisco (Impre-Jal, 2007), Medusas (Star/Pro, México, D.F., 2008), Canto de Sirenas (Cascada de palabras, Cartonera, México, D.F., 2010), Poesía para el fin del mundo (Kodoma Cartonera, Tijuana, B.C., 2012), Poetas parricidas. Generación entre siglos. (Cuadrivio Ediciones, 2014) y Últimos coros para la Tierra Prometida. 40 poetas jóvenes del Estado de México. (FOEM, 2014). Desde el año 2010 radica en el Estado de México.