NANNY ZULUAGA HENAO / HERENCIA


HERENCIA

He bebido del agua que da vida
en el vientre de mi madre.

Por la línea que sale de mi ombligo
llegué hasta la “Eva mitocondrial”,
en el continente madre, recibí de sus manos
el legado de memorias, que habitan todos mis muertos.

Arrodillada en su panteón,
mi cuerpo se llena de carne y huesos.
El silencio, se deshace con las sombras de voces antiguas
un caudal de historias me ata, a mi propio destino.

Un repique de tambores bautiza mi alma.
Soy sustancia, que se funde con los ciclos,
el retorno de lo inesperado,
lo que debe ser, en su tiempo y hora.
Soy espejo, donde se asoma el deseo de redención.

Olores lejanos llegan a mí:
el barro escondido entre las uñas del cangrejo,
el aroma fértil a subienda de guacuco, bocachico y sábalo
el amargo de café y pielroja sin filtro en la respiración.
Olores que, de golpe me abren el entendimiento
desatan los nudos en mi cabeza con herencias de sabiduría.

Mi cuerpo, es barro que se moldea
entre las manos ajadas, de las que aún están vivas,
y los susurros de las voces de mis muertas.

¡Soy todas las que me son conocidas!
Trinidad
Manuela
María
Victoria
Feliciana
Juliana
Ninguna de ellas se extingue:
su fuerza, empuja el caudal hereditario.

Abrazo su presencia en mi carne,
mientras mi piel, se esparce en el viento,
de todos los tiempos.
Soy universo negro, que todo lo contiene
y a nada pertenece.


BLANCO BRILLANTE

Él,
exigente,
dolido en su inmaculado pantalón.

Ella,
contra el lavadero,
su vientre húmedo,
brazos callados que vienen y van,

Inspecciona las manchas, una a una
como si la ropa blanca exorcizara la inapetencia

Golpea, golpea, golpea…

Ante el hastío,
retuerce la indiferencia,
desodoriza las axilas y el cuerpo.

Se oye el chapoteo…
en el suplicio de lavar la ropa.

Las manos llenas de espuma
revientan en mil burbujas
explican lo que ella misma desconoce:
los olores de su cuerpo,
la fuerza de sus pasiones.
el brío de sus pasos.

El lavadero es testigo de la injuria,
compañero silencioso de lágrimas
entre amarguras y cuellos curtidos.

Ella, se resigna y cumple a su marido:
entrega las sábanas blancas y un Avemaría.


SILENCIOS

El silencio, es el estandarte de una mujer negra,
insignia de sus luchas
amores,
locuras,
suicidios y resistencias…

Alguna lleva a mano en la boca,
con las uñas, incrustadas en la piel,
agarra el grito que no se le permite,
frunce el ceño y contiene las lágrimas.

Oculta conversaciones nocturnas,
con quien no está.
Personifica su propio juicio,
y vive su condena,
en el silencio húmedo de las lágrimas,
en el encuentro de los muertos,
que hablan a través de bocas, que no les pertenecen.

A otras la sonrisa ligera,
les florece suavemente en la boca,
del silencio, surge el aroma seductor
desde las brasas del corazón,
dispuesto a incendiar, el mismo diluvio universal.

El silencio de una mujer negra,
nunca es obediencia…
Es el espacio entre lo dicho y lo oculto,
una sombra enmarañada
que arrastra la palabra colonial,
que se resiste al tiempo
y no merece respuesta.

Sabe que es imposible
conocer todas las palabras
que encarnan los silencios.
Ella decide callar…
Abre paso al lenguaje del cuerpo,
que brilla con la intensidad del negro universo.


LA SEÑO

La seño,
se menea
cual caña endulzada
por la tierra chocoana.

Con la pollera,
ensurullada en la pretina,
descubre sus muslos canela
tostados al calor de la coquetería
en el bamboleo de los oficios.

En la cabeza,
una ponchera destella de limpieza,
llena de ropa, enaguas,
jabón de bola y el manduco.

En la mano,
una tabla mojosa, recostada a la cadera
danza al ritmo del susurro:
―¡Yalodde Yeyé Kari! ¡Yeyeo! ¡Omoriyeyeo!―
evocación a la ancestra más antigua.

Camino al río
la acompañan los secretos de la amansa-justicia;
la hernia de ombligo, el mal de ojo,
y la madre de agua, que aprendió de los Embera
en las tardes, entre piedra y piedra atraviesa la tabla,
zambulle los pies y en sus nalgas,
restriega un bullarengue.


MUJER CÓSMICA

Homenaje a la maestra Peggy Ann Kielland
Bogotá 1941-Urabá 2022

De repente escuchas el llamado de la sal:
te invita a recorrer el camino de la cordillera
de oriente a occidente,
para terminar en la punta de su dedo, a orillas del mar.
Recorres el camino con la gracia de una niña
que ondula su dedo juguetón sobre un manto de polvo
y esparces la magia de las partículas estelares.
Mujer cósmica, te rodea una constelación de Úrsulas
pariendo nuevas formas de Mirar-se
en el mismo lugar donde nos asaltaron: Necoclí.
De nuevo escuchas el llamado de la sal:
venía con la que trasmutas del camino terrestre
hacia lo divino.
Dejas atrás las congojas del cuerpo,
te lanzas al rugido del volcán,
dormitas en el líquido primigenio
y las moléculas de sodio y cloro
se unen para darte vida.
Eres sal de las gemas sagradas,
antiguos manantiales evaporados,
árbol destilado en el desierto de Kalahari,
y montaña de cristales en el norte guajiro.
Renaces Ancestral
sobre en la falange de la cordillera.


ULISES

Hoy te marchas a tus aventuras épicas,
con sirenas negras que brillan ollas, en ríos lejanos,
te adentras, en los huracanes del recuerdo,
desafías al destino, con la tristeza colgando de tu única pierna

Te vas tío, sin revelarme los secretos ancestrales,
quizás por cuidarme, quizás por miedo a la morir.

El anhelo de regreso a la Ítaca natal,
al tambo chocoano, al parqués de doce puestos,
es el canto sublime de un hombre,
que sabe, en qué tierra debe fundirse.

Has desafiado la vida, con la dulzura de tu sangre,
y a la muerte, con un derrame de pensamientos.
Anoche tu corazón detuvo su canto,
entre los brazos de tu hija, te estremeces,
te sueltas, cual barro sediento y un ruego:
―déjame morir
déjame, amor, ir…


PARTERAS DE LA VERDAD

Homenaje a María Ángela Salazar.
Quien trascendió de su cuerpo de matrona,
a guía espiritual, ancestra alegre, movilizadora de fuerzas
que nos inspira y nos impulsa a seguir caminando.

Invoco a las mujeres fecundas,
las sabedoras silenciosas y anónimas.
Invoco desde mi palabra,
a las hermanas mayores,
que aprendieron el antiguo oficio
de alumbrar la memoria,
la palabra que revela caminos,
la mirada que alienta la marcha.

Convoco a las conocedoras de la anatomía del dolor.
A ustedes, con sus dedos de pinza,
su abrazo suave, y su palabra protectora,
que desenredan los labios temblorosos
de una boca silente.
que devuelven la esperanza,
el amor por el otro,
la Fe por la vida.

Apelo a las parteras y comadronas,
a las curanderas, que con velas y gracias
alejan el dolor, y restituyen el cuidado a la vida.

Invoco a las hermanas, que enfrentan
el dolor de la guerra,
las que vieron su verbo volverse carne,
las que volvieron a respirar,
después de liberar sus secretos,
aquellas, que conocen el origen
de sus congojas, y de la efímera felicidad.

Te llamo a ti,
que tienes el alma
preñada de historias,
la palabra atravesada en la boca;
a ti
que sabes,
que es hora de llamar
a las amigas de la vida,
a las hermanas del camino,
para inventar otros idiomas,
y asentar en palabras
lo que hay que decir,
lo que hay que gritar,
lo que hay que cantar.
¡Vengan todas!
que ya es hora de salir a las calles,
de tomar los micrófonos.
de andar sin miedo,
con la frente en alto.


NANNY ZULUAGA HENAO, Nacida en Unguía, Chocó (1984). Es Mujer Poeta, miembro y Co-fundadora del Colectivo de Escritoras de Urabá Las Musas Cantan, y gestora cultural, profesional en Trabajo Social, Magíster en Estudios y Crítica Literaria, de la UFJF Brasil. En 1996, con 12 años de edad, se radica en la región de Urabá y pública su poesía en una antología del Taller de escritores Urabá Escribe. A los 15 años de edad publica su primer poemario «Anuncio de luna», 1999, también publicó «Más de colores» en 2012. Sin embargo, su obra poética es publicada principalmente en libros colectivos de poesía a nivel nacional como una manifestación política de la palabra comunitaria. En 2016 emprende su maestría en estudios y crítica literaria en Brasil, con el fin de reafirmar la voluntad creadora en la palabra de autoría femenina y Afrocolombiana. También participa de la Red de Vigías del Patrimonio y Versos del Cumandayes; editora y diseñadora en la plataforma editorial Casa de Extraños donde la Autopublicación como es un ejercicio de poder político sobre la obra y de acción comunitaria sobre de la producción literaria. Actualmente estudiante de traducción literaria con una beca de la Casa Guilherme de Almeida, centro de estudios de traducción literaria en São Paulo, Brasil.


 

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