
UN VÍA CRUCIS.
En procesión constante cada día comienza
pidiendo permiso a la cama.
Un pie a otro le dice que baje él, despacio
el cuerpo tullido se incorpora apenas
ya los pájaros cantaron su Aleluya al sol
y se fueron a otras ramas.
La gata no maúlla, agazapada sin prisa
mira directo a la puerta de la recámara.
Se observa si está en el espejo
o los demonios de la noche lo devoraron…
ojeras y abulia matutinas
una urgencia de café y tabaco.
¿En cuál estación puede descargar su Cruz?
Se pregunta y lanza una carcajada.
Nadie ve el Vía crucis, ni el camino de espinas
que tiene tendido como una alfombra larga
casi infinita que se enrolla y desenrolla cada mañana
cuando por inercia se pone de pie
abre la puerta a un nuevo y maldito día
donde tampoco sucederá nada.
MERCADER DEL TEMPLO.
En la puerta de la Iglesia se exhibe un puesto.
No vende velas consagradas, ni veladas de vigilia.
Ofrece una mano para ser asida, una mirada de auxilio
una piel que se retuerce por una caricia.
En la puerta del templo está sentado
por mercancía tiene penas, carencias y desazón.
Algún alma compasiva pone un óbolo
con el que limpia su conciencia un rato.
No sabe cómo vender su miseria,
no entiende la limosna
Los ojos se opacan de hastío
se van apagando como se apaga el día.
No hay dinero para el mercader de miserias
ni compasión ni esperanza
sólo el refugio del vino que embriaga la noche
inventando historias para esperar la Parca.
MI MUERTE.
He cultivado la muerte durante cincuenta y seis años.
con esmero me he acercado.
Algunos días de inconsciencia casi me arrojaron a sus brazos
otros más atentos, iluminaron con una luz potente y roja
el abismo que me separa.
La he cultivado en mi costado, en mi sombra
en la figura que se alarga o se acorta
o jugando a las escondidas en los espejos
hasta caer dormida debajo de mi cuerpo
sobre la misma cama que se puebla de sueños,
de sudores, de sexo compartido o sin éxito.
La he abrazado tantas veces, como enamorada
enredadera de flores negras,
y hasta la he escuchado jadear en algún éxtasis.
Sí, aún la cultivo con esmero,
Ella aprendió a ser paciente
a jugar con los hilos de los vientos
a destejer anécdotas en noches de luna llena
dejando entrever el final por un momento.
ALUNADA.
Inusitada visita de la luna, cortada por la mitad sobre la viña. No esperaba verla recostada en el ocre de la vides. La busqué a deshora. Sentí que necesitaba su compañía. Insistí en verla, aún en su fase oculta por varias noches azules y oscuras. Hoy, cuando al abrir la tranquera se escaparon sus raudos rayos entre el ramaje de mi algarrobo añoso, vi que se iba levantando con la pereza que nos traen las noches de otoño, dejando un halo luminoso y fresco con el que cobija nuestro sueño. Ya ha trascendido su manía de enamorarme y robar de mi alma un suspiro. Ahora me embelesa y me convierte en una estatua de sal que brilla en lentejuelas blancas atrapando a los que osan mirar hacia el este de la carretera. Entonces atrapo el blanco de sus ojos, el negro pozo de las pupilas, extraigo el rojo sanguíneo de sus venas, con él riego los surcos de arena sedienta para preparar las nuevas tintas de la próxima vendimia.
Celina Garrido. Argentina (1963)
Directora Zonal de S.I.P.E.A. Provincia de Salta.( Sociedad Iberoamericana de Poetas, Escritores y Artistas desde 2018. Directora del World Festival of Poetry, y Creación de Santuarios Poéticos en el Conosur desde 2014. Presidente del Capítulo Argentina, N.O.A. de Todas Las Sangres desde 2012. Organizadora y gestora cultural de Encuentros Internacionales de Poesía y Arte. Profesora de Artes Visuales y Expresión literaria en el Intituto de Educación Superior N° 6048. San Carlos. Salta. Publicaciones: Libros virtuales: Delirios en Poesía, audiolibro, www.ellibrototal.com 2009.Colombia.(también versión digital de Entre las sombras y la piel y Ofrendas del papel…) Libros papel: “Alquimia de los elementos”. 2010- “Dehosjando quieros” 2013- “Entre las sombras y la piel”-2014, “Ofrendas del papel y mis orillas”-2017, ” Poemas, prosas o Fosas?” 2019. y publicaciones en 25 antologías.
Premios: 1° premio en cuento corto,2009. Menciones especiales género cuento: 1997, 2001, 2017. Género Poesía: Menciones especiales 2000, 2001, 2009, 2011, 2014, 2017, 2019.
ARGENTINA.
Poeta y artista plástica.
A quién pregunte de dónde soy? Podré responder con varios poemas. No tengo más raíz que la del viento y por ahora, dentro del territorio físico de Argentina.
Llevo la poesía en el ADN, heredada quizás de los viejos libros de la biblioteca, del tac tac de las teclas de la máquina de escribir de mi padre, de la eterna melancolía o de la naturaleza que me conmueve a diario.
Crecí entre lienzos, pinceles y libros, una infancia poblada de asombro y descubrimientos. No hubo televisión en casa. Mis padres nos regalaban libros cada día del niño. Sí hubo revistas de historietas, diarios, libros propios y prestados, un liceo con una biblioteca gigante donde mi adolescencia se nutrió de romanticismo y literatura.
Mi primer poema lo escribí a los 9 años, seguí escribiendo y guardando cada trozo de papel garabateado, temiendo no llegar a ser una poetisa. Creo que fue un temor inculcado por mi padre, quien marcaba una gran diferencia entre una poesía sencilla, muy del ámbito escolar y otra más audaz y hasta un poco torpe que rondaban por las tertulias que se realizaban en casa.
Paradójicamente leí en su mayoría a poetas hombres, Federico Lorca, con ese libro se comenzaba a leer en la familia( jejeje), luego fueron llegando los libros infantiles hasta llegar a Bécquer, A. Machado, Amado Nervo, Charles Baudelaire, Shakespiare, Borges, C. Vallejo, entre tantos. No me acerqué hasta bastante mayor a las letras de las grandes mujeres de la literatura americana , Juana de Ibarbouru, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik, Delmira Agustini, Dulce María Loináz por nombrar algunas. He leído a muchos poetas ignotos con un muy buen nivel de escritura que no han sido tocados por la varita mágica de una editorial famosa.
Desde mi adolescencia tuve una poesía a la que definí ” intimista” al ser muy diferente a lo que circulaba, por lo que no mostré mi obra hasta el 1996 , que comencé a participar en certámenes y fuí reconocida. Dando ésto como un visto bueno a mi osadía y comencé a publicar. Primero en revista literarias o diarios de opinión y antologías, hasta lograr el libro propio. Aventura que agradezco haber realizado, pues mis libros me han dado muchas satisfacciones.
La Poesía me fue poseyendo hasta ser el único motor para seguir viva.
El mundo que se abrió en cada libro leído fue el destino más maravilloso que pudiera descubrir. Desde las negras cavernas de la deseperación a la luz redentora del amor, los naufragios, los sismos, vuelos, piratas, capitanes, cumbres y llanos, amores utópicos, la realidad dura, soledades, guerras, el patriarcado, de lo que no se habla, la esencia de lo femenino…el mundo. Hasta ingresar al territorio de lo sagrado, del espíritu y sentir que la poesía eleva y potencia la fuerza de la palabra.
La poesía me ha brindado un paisaje cultural, natural y humano muy variado, con grandes amistades con las que ya somos una gran familia . Las invitaciones a participar en numerosos Encuentros de Escritores, hizo que me animara a viajar sola al país mágico de la Poesía y conocer otros lugares y culturas, enriqueciéndome cada vez más.
Y ahora en este tiempo tan especial que estamos atravesando, la virtualidad ya cotidiana ha terminado de derrumbar los límites geográficos y políticos que nos dividían, haciendo de la Palabra un vehículo para transportar mensajes de Paz, de Esperanza y Amor, en versos.