
Poemas desde el encierro
¿Cómo fue que se perdió la paciencia del escarabajo
y el paraíso perlado de la araña?
¿En dónde el crepúsculo
y la sombra tímida del gato?
¿En dónde el bosque
y de mi abuela su pelo cano?
¿El sacramento del domingo,
el pecado de los muros y tus ojos callados?
¿Cómo fue que perdimos el murmullo de la noche,
y el canto eterno de la playa?
¿En dónde quedó la memoria del ámbar,
el vientre de la primavera
y la huida de la luna en una noche clara?
¿En dónde nuestros hijos, el olor a ceniza,
el cielo escalado por gaviotas y tus manos de agua…?
Todo se ha ido,
todo vamos perdiendo en los abismos de la nada…
…en mis ojos, pace la tenue luz de una nueva esperanza…
II
Todo está aquí.
La razón como angustia.
La herida en un costado,
el paraíso consumido,
y la sombra habitada por las dudas.
Todo aquí.
La verdad,
espejismo en las pupilas.
La fe atorada en las baldosas,
adoquines, en alguna esquina.
El graznar de cuervos,
el peso de la lluvia.
Aquí la herencia prostituida,
el frío latir de un corazón dolorido.
Aquí las horas sin luna,
los minutos en caverna sorda
y los años en espasmos.
Todo está aquí,
en este tiempo de pandemia.
El hoy, el ayer y el mañana,
cántaro de agua
que clama un mejor futuro…
III
Oscuros presagios
asaltaron rincones, almas.
Labios secos
hablaban de un mal silencioso
que como leona hambrienta
todo devoraba.
La tierra se había hartado,
decían los ancianos.
No había horizontes, ni más aliento.
La tierra se había cansado.
Los ángeles guardianes
se mudaron a otros cielos,
y los hombres descubrieron
que ya huérfanos de poder y metal
no eran dueños de nada.
El silencio se hizo largo, pesado.
Las maquinas también callaron.
Pasaron lunas menguantes,
llenas y redondas.
Todo era silencio, angustia, oscuros presagios.
Era necesario que los hombres
se hundieran en su hojarasca,
que perdieran la razón
en la sinrazón de estar callados,
confinados entre muros…
Entonces
se escuchó la voz de agua.
Descubrimos otras formas de aguantar,
resistir hasta la nueva luz.
Saludos y anhelos adheridos a las vidrieras.
Balcones en ronda matutina.
Artistas en renuevo, en alquimia del deseo.
Renacer a una nueva tinta,
a una nueva sangre, sin plomo, ni guerras.
Solo el amor
como chispeante credo, como única hoguera…
En tiempo de pandemia,
los hombres tuvimos que callar
para que cantaran las piedras…
Francisco Navarro Ruiz (14 de abril de 1956)
Pintor, trovador, poeta y promotor cultural.
Capulhuac Estado de México.
Tiene publicados 31 títulos de poesía y 11 de narrativa; y su obra aparece en más de 50 antologías en: México, Chile, Argentina, Cuba, España y Perú.
Parte de su obra ha sido traducida al inglés, árabe. Italiano y catalán.
Tiene obra publicada en las Revistas Virtuales: “Alas de Gaviota” en Argentina; “Mal de ojo” en Chile y en la Comuna Girondo en México.
Ha participado en Encuentros Internacionales de Poetas en: Cuba: “La Isla en versos” (en cuatro ocasiones), en el “Festival Mundial de la Poesía” de la Habana. “Tras la huellas del poeta” en Chile. En “Arqueo poesía en Perú. En la Feria Internacional del libro de la Habana. En Ecuador y en México en el Encuentro Internacional de Poetas en Zamora Michoacán, Poetas en el Nevado, Encuentro Internacional de Poetas “José María Heredia y Heredia, en Toluca. En el estado de Hidalgo en el Encuentro Internacional de poesía Rodríguez Galván; en las Ferias Internacionales del Libro de Guadalajara, Morelia Michoacán, en Palacio de Minería en CDMX, y Toluca, Estado de México.