POEMAS | NATALIA LITVINOVA

 


 

Dichoso quien no tiene patria;
la contempla todavía en sus sueños.

Hannah Arendt

La gente de mi pueblo

es iracunda
como esclavos de tártaros.
Todas las mujeres
de mi familia
tienen un talismán
que las protege.
Yo no, pero miento
para que me traten
con cuidado.

 


 

 

Se agachan
y se enderezan
cada una a su ritmo,
como teclas
de un instrumento
que alguien aplasta
con los dedos.

Filas de mujeres
de falda
y botas de goma
desentierran
tubérculos.

Es la danza
para no morir
de hambre,
dicen y se ríen.

Las raíces chillan
cuando las separas
de la tierra.

 


 

 

Las tareas
rotan todos los días.
Otras mujeres
cavan hoyos
mientras cantan.
Cuando alguna
se echa a llorar
cantan más fuerte.
El bosque les hace
una reverencia.

 


 

 

Los vestidos caen
por el peso del trabajo.
No seducen arrugados
y sin forma.

Sembramos papa
en camisa y pantalón,
arrodilladas
sobre los gusanos.

La abuela siempre delante:
cabeza humana
y cuerpo de pájaro,
abre sus alas,
insemina las verduras.

 


 

 

La abuela intenta
que la punta del hilo
entre en la aguja.

Una capa
de piel vieja
la protege.

No sangra
cuando se pincha.

De noche el cielo
es una fosa
donde brillan
agujas
sin enhebrar.

 

Poemas del Libro Cesto de Trenzas.

 



 

 

Natalia Litvinova es poeta, editora y traductora de poesía rusa. Nació en Bielorrusia en 1986 y vive en Buenos Aires. Publicó varios libros de poesía, entre ellos: Todo ajeno, Siguiente vitalidad, Cesto de trenzas y La nostalgia es un sello ardiente. Su obra ha sido publicada en Alemania, Francia, España, Chile, Brasil, Colombia y Estados Unidos.

En su poesía Natalia, nos lleva a la observación de un álbum de honduras delicadamente trenzadas por sus manos,  un tejido extendido entre los misterios y la infancia, la presencia existencial de la vida, lo femenino, lo inevitable en todo su urdimbre de memoria y transito intimo.

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