DE ESE LADO DEL ESPEJO
Sueño adentro los caminos se multiplican.
Las dimensiones del ser
dibujan las rutas hasta ayer prohibidas,
la dicha tiene olor a flores celestiales
que criaturas aladas agitan frente a mi rostro.
Sueño adentro la música es otra cosa,
la danza es el signo de la entrega.
Puertas escritas especialmente para mí,
libretas abiertas de par en par
que hablan de amores que no recuerdo
pero que me estremecen el corazón.
Mujeres brillantes bailan a mi alrededor
y me invitan a ser hoguera,
a cantar las canciones que jamás me enseñaron
pero que nunca olvidé,
a escuchar los secretos que guardan los que duermen
a acariciar la piel de todos los poemas.
Sueño adentro ya no le temo a la serpiente
ni a quienes se escandalizan porque vibro
ni a la palabra que siempre me hace llorar
ni a la utopía de la soledad
ni al vertiginoso movimiento de la rueda
ni a lo que dicen tus ojos fijos sobre mi ser.
Sueño adentro
se caen todas las máscaras, despierta la esencia.
Sueño adentro
la realidad es del color de mi desnudez.
TEMPOREALIDADES
La ciudad se evapora sobre un fondo blanco.
Humeante delirio el de las nubes
que bajan a pasear sobre la tierra.
El agua se intuye
se desgrana segundo a segundo
hasta no ser más
que un caminito de espejos
sobre el entramado
de la piel ajena.
¡Y entonces el tiempo!
¡Y entonces el tiempo!
Y entonces…
¡El tiempo!
Inclinarse a beber de su naturaleza,
del cuerpo contrario
que no es sino un reloj de arena
que tiene sed divina.
SUEÑO CON INCENDIOS
El fuego es silencioso,
inesperado
sagaz.
Si te duermes al lado
de una llama agonizante
corres el riesgo
de amanecer entre humo negro
viendo tu identidad calcinada.
Y rogarás por ser agua
saltando de un lado al otro
tratando de mitigar
las llamaradas de tu impertinencia.
NOCHE
La noche
es una espina luminosa
atravesada en el pecho
de aquel que tiene tanto por decir
y al final
se queda sin palabras.
LA ESTRELLA
En tus ojos era
una mujer desnuda frente al río
que en una noche clara
llenaba de estrellas sus tinajas.
Y yo me entregue al delirio
de creer que sí
que era una aparición sideral
que nutría la tierra
con el néctar de sus emociones.
Pero llegó el invierno
como suele llegar
en los poemas tristes
y tan solo fui
un deseo calcinado
en la boca de un niño
que olvidó cómo pedir deseos.
KARLA JAZMÍN ARANGO RESTREPO: Medellín, Colombia (1986). Escritora, poeta y editora, amante de la literatura y la cultura. Sus poemas han sido publicados en diferentes antologías como La jaula se ha vuelto pájaro (2019), Mujeres en la memoria de Antioquia (2019) y El vuelo más alto (2020), además de revistas y medios nacionales e internacionales como Puesto de Combate, Revista de Sur a Sur y Revista Innombrable. En 2022, es publicada su Antología Poética: El destino de los pájaros, en la Colección Obra Abierta, de la Editorial Seshat. También ha participado en diversos eventos poéticos como el XXX Festival Internacional de Poesía de Medellín y en el recital “Quiero decir muchísimo” de la Academia Peruana de la Lengua.
