CONFECCIÓN Elegí el mismo saco rasgado, azabache, holgado. Tan vintage como amado. Me lo había confeccionado la madre de mi violador. Y lo vestí sobre unas calzas petróleo (aseguró la vendedora del B&N escocés en donde las compré) Recuerdo que al llegar a Edimburgo el acento me sonaba tanto, o más ajeno que a los catorce recién cumplidos cuando aquel hombrecito (ma non troppo) llevóse mi inocencia sin el menor remordimiento, ni pudor. Vestí el saco azabache, las calzas también mi alma. Y, pese a todo lo...
- 8 julio, 2021
- 0 Comentarios