No es que Robertito no supiera la diferencia entre el bien o el mal, es sólo que no le importaba inmiscuirse en el tremendo dilema moral. Prefería que sus instintos se manejaran de un modo autónomo, es más sencillo, incluso para la conciencia porque a su corta edad algunas veces le hacía reproches generosos. Desde el último castigo por parte de su progenitor, decidió desconectar cuerpo y mente, como consecuencia tuvo un desprendimiento de personalidad. Se mostraba benévolo y simpático por el día, pero cuando la noche llegaba un...
- 17 junio, 2020
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