Cuento del libro Casa quemada Premio de Literatura Stefanía Mosca 2014 Mención narrativa PUTAS DE DÍA Su padre lo miró y supo que era la hora. Ese regordete, de piel color del pino y pelo chicharrón, necesitaba fajarse con una hembra, sentir un pubis peludo, probar el líquido del deseo manando de esa fruta, meterse las tetas en la boca como racimos de uvas. Izar ese pajarito que sobaba a cada rato y meterlo en el nido. Je, je, je. El padre jipeaba de malicia. ¡Cochino!, le diría la...
- 1 octubre, 2020
- 0 Comentarios