
Una sirena en el asfalto
“No nos alcanza el asfalto, por eso reclamamos el mar”
Lia García
En medio de una marea de gente, se abre un pequeño espacio por el que me deslizo, mis pupilas se dilatan: en medio de la calle, sobre el asfalto se encuentra una sirena. No es como un personaje salido de las ilustraciones de mi cuento, tampoco se parece en nada a La Sirenita que he visto en películas animadas, pero definitivamente es una sirena.
¿Es que puede vivir fuera del agua? Miro su cola, no la ha perdido, tampoco ha ganado piernas.
Lia es una sirena que reclama las aguas y el asfalto, que busca conectar con las infancias, sacudir su imaginación, Lia les cuenta historias, canta canciones. Su canto es peculiar, grave y profundo, tanto como el sitio de donde ella ha venido, como la historia que narra, que es su historia, una extensión de su propia identidad.
Mi memoria me canta susurrando: “Allá arriba es preferido que las damas no conversen, a no ser que no te quieras divertir. Admirada tú serás si callada siempre estás, sujeta bien tu lengua y triunfarás”. Aquella canción es cruel, sin embargo, esta sirena habla y canta, fuerte y claro.
Caigo en su hechizo, soy una niña pequeña que habla con ella fascinada a través de una burbuja. Lia me cuenta un secreto, que me eriza la piel “Callar es una estrategia de supervivencia”. Enseguida desborda en mí una pregunta:
-¿Entonces por qué cantas en un lugar tan peligroso?
-“Yo he tomado el riesgo, mi voz es el elemento central de mi existencia, vuelvo a ser sirena cuando hablo”, contesta.
El mundo al que ha venido Lia es cruel, México ocupa el segundo lugar en crímenes de odio por homofobia, lesbofobia y transfobia. “El mundo no está listo para cuerpos como el mío”, declara.
“La novia sirena” cuenta que le duelen sus pasos, su transitar diario. Duelen también otros cuerpos que como el de ella han surcado este bravo mar que es la sociedad, cruel con lo que no comprende, con lo que le asusta.
Para transformarse hay que dolerse, abandonarse.
Yo quiero saber más, no creo que pueda volver a ver un ser tan maravilloso como el que tengo enfrente.
La sirena es una imagen poderosa y representativa de las luchas transfemeninas, muestra un personaje mitad animal, mitad humano, se encuentra en esa frontera entre la rareza y la seducción que compone al mito de las guardianas de las aguas. Surge entonces algo interesante ¿Qué es lo humano?
Hablar de sirenas es hablar de este ser arrebatado que seduce y corrompe la mente del otro, que con su canto desborda el ardor. Se dice que la voz hipnótica de las sirenas es un espejo, pronuncia el deseo de quién las escucha, da forma a lo que callan. Volver al mito es nombrar a las Asradi, Yemayá y al conocido relato de Ulises y las sirenas y las muchas feminidades que existen en nuestros mitos fundacionales.
Las intervenciones en el espacio público de Lia García son un acto de valentía, de resistencia. Se muestra expuesta, pero nunca frágil. Confía en su trabajo, en la fuerza de su voz, la que encanta a su espectador. Es su arrebatadora ternura la que transforma el corazón de quien la escucha. Lia enfrenta a su espectador mediante el arte corporal, el Performance es su medio. Para La novia sirena “reclamar las aguas” es capturar la sonrisa de un niño, conectar con los hombres en un canal desligado de la violencia, regalarles una tregua consigo mismos. Con ella es observar que el arte es ésa herramienta tan poderosa que es capaz de romper con los prejuicios, de desbordarse en los brazos de un extraño.
¿Qué habría elegido Ulises si hubiera tenido el valor de soltarse del mástil y escuchar a sus deseos en la voz espejo del canto de las sirenas? Lia García, La novia sirena, es una mujer transgénero que escuchó su voz, que nunca negó su deseo de convertirse en todo aquello que siempre soñó.
Me sorprende e inspira la fuerza con la que están forjados los corazones de algunas mujeres, el de Lia, definitivamente no es un corazón de espuma, es un corazón que canta con la fuerza radical de la ternura./Anayansi Ló.Ma.

Eric concha, 2016, CDMX.

El Palomar galería, archivos 2015, Barcelona España.

Patricia Kattkins, 2016, CDMX.

Marissa Lobo, 2015, Berlín.

Selma Ce, 2019, CDMX.

Isabel Campaña, 2019, Xochimilco.

Isabel Campaña, 2019, Xochimilco.
Semblanza
Lia García (La Novia Sirena) es originaria del barrio de Portales, actualmente vive en Santa María, “La Rapera”.
Escritora, Pedagoga y artista del Performance.
La apuesta política y pedagógica de Lia la sirena ha sido por más de 10 años, un trabajo con los afectos y la ternura radical, principalmente en espacios de complejidad que socialmente se entienden como encierros (cárceles, escuelas, mercados, comunidades, territorios post-guerra externos e internos y hospitales, entre otros).
Su activismo parte de la piel y transita al arte entrecruzado por la poesía expandida. Ella detona una pedagogía intensa del amor que recupera el sentido afectivo de nuestros cuerpos y subjetividades, alejándose de procesos racionales y teóricos para emanar un proceso colectivo de justicia restaurativa que permita que los cuerpos trans* sanen y materialicen todos los mundos y cuentos posibles que habitan sus sueños.